El pasado lunes primero de marzo la joven, de 27 años llegó hasta una sucursal bancaria en compañía de su pareja, pero afortunadamente para ella al sujeto no lo dejaron entrar por los protocolos de bioseguridad para frenar el contagio masivo de coronavirus, publica el portal G1.
La mujer, mamá de 2 niños (un bebe de un año y 7 meses y una niña de 5 años), fue al banco, obligada por el hombre, para retirar dinero del strategy Bolsa Familia, que entrega el Estado brasileño a las familias de bajos recursos, explica el mismo medio.
La víctima de violencia de género sabía que tenía una única oportunidad para salir del calvario que estaba viviendo. Aunque estaba nerviosa porque el agresor no dejaba de llamarla y de enviarle mensajes de texto para que no se demorara, se las ingenió para dejarle un mensaje al cajero que la atendía, señala el portal brasileño.
“Violencia doméstica. Usted puede ayudarme. Él está aquí afuera”, escribió lo más rápido que pudo la joven en un pequeño papel que encontró. Además también dibujó “X”, signo difundido oficialmente en Brasil para ayudar a las víctimas de violencia de género, detalla G1.
“Vítima de violência doméstica escreve bilhete com pedido socorro em agência bancária no DF: ‘Ele tá aí fora’ | Distrito Federal | G1” https://t.co/Ygl0pXTZID
— Rafa Quarantenada💉 (@RAFAELACRISPIM9) March 4, 2021
El empleado del banco se dio cuenta de inmediato que la joven necesitaba ayuda, sin embargo con sola esa información period difícil colaborarle, por lo que le pidió que escribiera otros datos, como su número de celular o dirección.
“Pero la mujer tenía miedo de pasar el teléfono y que su pareja atendiera aquel llamado… Después de que ella se fue, me quedé pensando de qué manera podría ayudarla. Tuvimos una pequeña reunión con mis compañeros para ver qué podíamos hacer”, relató el cajero, de 40 años, a ese portal.
Sin embargo, narró, cuando fue a la policía de Sobradinho no le pusieron atención a su denuncia y le respondieron que period jurisdicción de otro municipio. Por eso tuvo que llamar a la Comisaría del Servicio de la Mujer (Deam), pero tampoco le pusieron atención.
Juliana Gomes da Silva, también empleada del banco, encontró la solución al llamar a una amiga, que es policía militar en el batallón de Planaltina, donde vive la víctima de violencia. A la uniformada le enviaron las fotos de los mensajes que dejó escritos, el primero en el que escribió la “X” y el segundo en el que accedió a dejar su dirección. “Él no los va a atender, así que insistan. Va a fingir que no está en casa”, escribió.
Policías militares del Grupo de Prevención Orientada a la Violencia Doméstica y Acquainted (Provid) fueron hasta la dirección y allá encontraron que la joven estaba encerrada como prisionera de su pareja, junto a sus 2 hijos.
“Ella confirmó que su esposo la agredía verbalmente… Me di cuenta de que tenía miedo. No es que sea víctima de violencia doméstica desde hoy, ella ya lleva un buen tiempo con este sufrimiento… Ahora le toca a la justicia. Nosotros hicimos nuestra parte. Ella puede recibir una medida de protección y, según se entienda, el juez emite una orden de captura en contra de su pareja”, dijo el sargento Sérgio Borges a G1.
La mujer y sus pequeños fueron trasladados a un albergue, mientras que las autoridades están buscando al agresor, quien en el momento del operativo no estaba en la casa. “Este caso fue muy emblemático y demuestra cómo la ayuda de la sociedad es el camino”, expresó la Secretaria de la Mujer del Distrito Federal, Ericka Filippelli, al mismo portal.
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